domingo, 27 de noviembre de 2011

Eso es simplemente lo que eres.

Eres la mejor sensación. Sencilla pero fuerte. Increíble se podría decir. E incluso irremplazable. Eres una noche en la playa. Eres como una tarde de amigas. Eres el sur de mi cerebro. Eres esa pizza que queremos cenar todos los días. Eres como una puesta de sol del verano. Eres la montaña nevada. Eres como el último día de colegio. Eres como un sobresaliente en ese examen tan horrible. Eres un sms qué me despierta de madrugada para decir cualquier tontería. Eres mi más preciado “hola” y más odiado “adiós”. Eres como un baño de espuma. Eres como ese granizado de limón después de una tarde de playa con más de 30 grados. Eres una acampada en el bosque con hoguera y nubes. Eres el estado de ánimo que me produce la tercera copa de alcohol. Eres como arrancar los pétalos de una margarita diciendo “me quiere”, “no me quiere” y que te toque la primera opción. Eres como un paseo en moto. Eres como una película de amor con palomitas y una manta. Eres como un beso bajo la lluvia. Eres como una reconciliación. Eres como ese abrazo que necesitas cuando todo se derrumba. Eres como la sonrisa de una madre. Eres como las mañanas de verano. Eres como las series americanas perfectas. Eres como ese amor de película que nunca he tenido. Eres los sueños que nunca se cumplirán. Eres, y mientras seas conmigo, ya me vale.

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